Rebeca
no podía moverse mientras veía a Ethan abrazando y sonriéndole a otra mujer.
- Oh dios mío.
Escucho a sus amigas exclamar al ver a Ethan. Ella intento disimular su ira y
celos, ya que ellas no sabían nada de su 'relación' con Ethan.
- Y ehm... ¿esa quién es?
- ¿No la reconoces, Rebeca?
- Marta, acuérdate que Rebeca no sabe mucho de Ethan, ¡si no lo soporta!
- Ay es verdad, se me olvida. Pues esa, mi querida Rebeca, es su ex mujer. ¿Cómo
te quedas?
Ethan abrazo a Paula con fuerza. La había echado de menos, y aunque era su ex
mujer, todavía la consideraba su mejor amiga.
- ¿Que tal estas rubia?
- Estupendamente, ¿o es que no me ves?
- Si que te veo sí. ¿Cómo tu por aquí?
- Tenía ganas de verte. Hacia tanto tiempo... Te he echado de menos.
- Y yo a ti rubia. Y yo a ti.
La volvió a abrazar y le dio un beso en la frente. Se moría de ganas de
presentársela a Rebeca. Miro a su alrededor por si veía a sus amigas para
intentar que la convencieran para venir, pero la vio a ella. Estaba en la
entrada del bar mirándolo. Parecía enfadada, muy enfadada. Y también...
¿dolida? De pronto se dio cuenta de lo que debía estar viendo Rebeca; él
abrazado a una mujer que ella no conocía y dándole besos. ¿Cómo iba ella a
saber que Paula era solo una amiga? Mierda, ¡la había vuelto a cagar!
Los ojos de Ethan encontraron los suyos y Rebeca no aguanto más. Se dio la
vuelta para salir del bar, no permitiría que ese capullo mentiroso la viera
llorar. Sus amigas la llamaron pero ella las ignoro, metiéndose en un taxi.
Apago el móvil. No quería saber nada de nadie. Ethan le había dicho que la
quería, le había dado los orgasmos mas intensos de su vida y ahora andaba por
ahí con una rubia como si nada. ¡Y esa rubia no era nada menos que su ex mujer!
¿Había vuelto con ella? Que demonios hacia esa tía aquí, si nunca había ni oído
hablar de ella... En cuanto cerró la puerta de su casa, se apoyó en ella, y se
derrumbo. Jamás había se había sentido tan dolida, y todo por un hombre. Esto
de estar enamorada, era una mierda.
Ethan maldijo cuando de nuevo salto el contestador. Desde que Rebeca había
salido corriendo, había intentado llamarla para explicárselo todo, pero tenía
el móvil apagado.
- Cariño ¿qué te pasa?
- Nada Paula.
Suspiro.
- Bueno si. Paula, he encontrado la mujer de mi vida. Y esa mujer acaba de
salir corriendo por esa puerta al verme contigo.
Paula inhalo con fuerza y se tenso.
- ¿Ah sí? Vaya, no sabia... No debía haber venido.
- ¿De qué hablas? No es culpa tuya, aun no me ha dado tiempo de contarle lo
nuestro. Pero no me coge el teléfono y necesito hablar con ella para
convencerla de que lo que ha visto no significa nada, que entre tú y yo ya no
hay nada.
- Ya...
- Ethan entrecerró los ojos. Paula miraba a todos lados menos a él.
- Paula, ahora dime la verdad. ¿Por qué has venido?
- ¡Rebeca! Rebeca, abre la puerta por favor. Déjame que te lo explique todo.
Rebeca seguía apoyada en la puerta, exhausta. Ya no le quedaban lágrimas y
Ethan llevaba 5 minutos aporreando la puerta. No sabía si abrirle y dejarle que
se explicara o simplemente irse a la cama y dejarlo ahí hasta que se cansara.
Lo quería, y esta noche había querido decírselo, pedirle disculpas por haber
sido tan tonta al salir corriendo esa misma tarde. Sin embargo, si a la primera
de cambio él iba corriendo en busca de su ex, ella no pensaba darle ni una
oportunidad, por mucho que le dijera que la quería.
- Rebeca por favor, sé que estas ahí. Ábreme.
Nooo. Que feo lo esta pasando Rebeca... Y pobre de Ethan que quedo en una situación algo extraña de explicar... ¿Que sucederá a continuación?
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