lunes, 5 de agosto de 2013

Tentando al Amor - Capítulo 2

Rebeca estaba nerviosa. Hoy empezaba su trabajo, pero esa no era la causa de sus nervios. Estaba nerviosa por volver a ver a Ethan. Desde que le había tirado el vaso de agua, solo se lo había encontrado dos veces, y aunque había intentado ignorarlo, en su mirada había visto la sensual promesa de una venganza. Desde entonces, no había dormido bien. Sus sueños habían estado llenos de un hombre desnudo y musculoso que la desafiaba, la seducía y la volvía loca de deseo. Tanto, que más de una vez se había despertado al borde de un orgasmo intenso, pero que cuando llegaba, con la ayuda de sus propias manos, la dejaba vacía. Suspiro y se terminó de vestir. No tenía más remedio que ir a la oficina y soportar la presencia del que a partir de ahora sería su jefe.

Ethan supo exactamente cuándo Rebeca entro a la oficina. Mike y James habían estado hablando y de repente, un silencio absoluto se apodero de la oficina. Salió de su propia oficina para recibirla, pero se quedó parado al verla. Ya sabía por qué se habían callado sus amigos. Estaban demasiado ocupados babeando. Llevaba una faldita negra, que no era exactamente mini, pero casi. Y el top que llevaba no hacía nada para esconder esas deliciosas curvas que tenía, además de hacerle un escote más que generoso.


- Hola chicos. ¿Ocurre algo?

Su voz suave con un toque de inseguridad lo saco de su estupor.

- No pasa nada. Pasa a mi oficina y te doy tu primer proyecto.

¿Eran imaginaciones suyas o se había puesto colorada?

Miro a su alrededor con curiosidad, la oficina era pequeña, pero estaba bien distribuida. Ethan tenía su propia oficina mientras que los chicos y ella compartían el resto del espacio. Era curioso, desde la mesa de James y Mike no se podía ver dentro de la oficina de Ethan, pero su mesa había sido colocada de forma que, cuando la puerta estaba abierta, ella lo podía ver a él, y el a ella. Llevaba echándole miradas furtivas todo el día, y él siempre la pillaba, haciendo que se pusiera colorada y no se pudiera concentrar en el proyecto que le había dado. Era relativamente simple, crear una página web para una empresa que vendía bolsos, pero juraría que todo su conocimiento se había esfumado. Así que cuando Mike y James le preguntaron si los acompañaba para ir a almorzar, negó. Tenía que seguir con esto o haría el ridículo por completo.

Disimuladamente intento mirarlo, pero ahí estaba, mirándola otra vez. Volvió la mirada hacia su pantalla de nuevo y le pareció escuchar una risita. Estúpido. Rebeca bufo. Ella odiaba a Ethan, siempre le había caído mal. Así que no entendía la razón por la que sus pezones estaban duros, y su tanga mojado. Ethan no la excitaba. De verdad que no. Cuando noto que él se levantaba y se le acercaba, hizo todo lo posible por ignorarlo y seguir con lo suyo.

- ¿Cómo vas? ¿Necesitas ayuda?

Rebeca giro la cabeza y no se pudo controlar. Su vista se dirigió automáticamente hacia su entrepierna, donde unos vaqueros apretados no hacían nada por esconder la enorme erección de Ethan. El tiempo se detuvo. Rebeca se lamio los labios, mientras se imaginaba como seria bajarle la cremallera y llenarse la boca con su polla. Seguro que no cabía entera, pero estaba más que dispuesta a intentarlo.

- Becky baby, deja de mirarme así o atente a las consecuencias.

Su voz sonaba grave y sabía que estaba a punto de perder el control. Rebeca lo miro y su mirada era pura sensualidad. Se volvió a lamer los labios y Ethan no se pudo detener. Paso un brazo por detrás de su espalda y la levanto de la silla, medio sentándola sobre la esquina del escritorio. Y la beso. Sus labios la devoraron por fin. Había soñado con esto, había imaginado su sabor y ahora pensaba saborearla por completo. Ya no tendría que imaginarse nada. Profundizo el beso y se tragó el gemido de Rebeca. Se acercó más a ella, abriéndole las piernas para encajarse entre ellas. Su polla estaba a la altura perfecta y comenzó a girar las caderas suavemente haciendo que la tela de los vaqueros rozara el clítoris de Rebeca a través del tanga. Se ondulaba contra él, mientras se agarraba a sus hombros y succionaba su lengua.
Necesitaba más, tenía que saborearla, o entrar en ella, pero necesitaba más. Con una mano le agarro la cabeza, enredando sus dedos entre la espesa melena para que no se pudiera escapar, mientras que con la otra le acaricio el pecho. Le pellizco el pezón y estuvo tentado de detener el beso para posar sus labios sobre él, pero no se podía arriesgar. Temía que si le dejaba opción de hablar, le pediría que se detuviera. Y no podía detenerse. Aún no. Necesitaba más de ella.

Rebeca había muerto y por alguna razón, había terminado en el cielo. Los labios de Ethan la estaban volviendo loca y dejando sin respiración mientras que una de sus manos le agarraba la cabeza pegándole suaves tirones que hacían que gimiera de placer. Sus caderas estaban encajadas entre las de ella y estaba tan mojada que temía manchar los vaqueros que la estaban torturando tan exquisitamente. Y su otra mano… dios su otra mano. Le había pellizcado los pezones, jugando con sus pechos, y ahora se dirigía más abajo. Tenía la falda alrededor de la cintura y sentía la mano de Ethan cada vez más cerca… solo hacía falta un poquito más para que estallara en mil pedazos. No podía respirar y cuando Ethan echo el tanga a un lado y la penetro con dos dedos, Rebeca echo la cabeza para atrás separando sus labios de los de Ethan, para gemir enloquecida.

Ethan poso sus labios sobre su cuello expuesto, lamiendo y besando mientras que sus dedos entraban y salían de su interior. Jamás había sentido tanto placer y temía que después de esto, nada volvería a ser igual. Dejo de pensar cuando Ethan presiono su clítoris con el pulgar y la fue acariciando con la presión justa para hacerla llegar al clímax. Cuando los lametazos y besos de su cuello se convirtieron en mordiscos, el mundo exploto a su alrededor y tuvo el orgasmo más intenso de su vida.

1 comentario:

  1. O.o
    sin palabras.... Solo digo que me voy rápido a leer el siguiente capi!!!....

    ResponderEliminar