viernes, 9 de agosto de 2013

Tentando al Amor - Capítulo 5

- Vaya, parece que mis regalos no te han gustado.
- Pues claro que no me han gustado! Eres un cerdo asqueroso.
- Eso ya lo habías dicho.
- Sigue siendo verdad.
- Hmmm... ¿Así que no has probado nada?
- ¡Por supuesto que no!


Rebeca pretendía estar indignada, pero la verdad era que la mirada de Ethan la excitaba más que cualquier juguete que pudiera haber en la caja.

- ¿Y no sientes curiosidad?
- N...No, claro que no.
- Me estas mintiendo Becky.

Rebeca se mordió el labio. No quería deshacerse de los juguetes eróticos que había en la caja, pero tampoco que Ethan se pensara que era una chica fácil.

- No me gusta que me mientan… y más cuando puedo ver en tu cara lo excitada que estas y la curiosidad que tienes… ¿cuál te gusta más? ¿Cuál te ha llamado la atención?

El sonido del teléfono evito que pudiera responder y Ethan fue breve. La miro con una sonrisa pícara…

- Que suerte la nuestra. Mike y James tienen que ir a la base a arreglar papeleo. Eso significa… que tenemos toda la oficina para nosotros.
- Y una mierda. Me voy a traba…

Ethan se movió antes de que pudiera abrir la puerta, atrapándola contra esta. Trago con dificultad.

- Déjame darte placer Becky. Déjame volverte loca de deseo.

Ethan la noto temblar debajo de él y estaba seguro que si la tocaba, estaría mojada para él. Rebeca era mucho más sexual de lo que mostraba, y él quería sacar ese lado suyo a la superficie. Le agarro las manos y las sostuvo por encima de su cabeza, realzando sus pechos. Con disimulo, saco las esposas que había sacado de la caja.

- Eres un depravado y un pervertido.
- Eso está claro. ¿Pero por qué te has enfadado, Becky? ¿Por qué te mande los regalos? ¿O por qué quieres probarlos y no te atreves?

Ethan supo que había dado en el blanco, su mirada lo decía todo y estaba empezando a jadear.

- ¿Por qué no los pruebas?
- No quiero. Suéltame.

Se lamio los labios y Ethan aprovecho el momento. Sus labios se posaron sobre los de ella, tragándose su aliento. Ladeo la cabeza para poder saborearla mejor y se puso aún más duro de lo que estaba al notar como Rebeca respondía al beso.

Sabía que tenía que detenerlo, pero su curiosidad y su deseo por este hombre, eran demasiado intensos. Noto algo frio que parecía metálico en sus muñecas pero estaba demasiado envuelta en el beso como para que le importara. Dos suaves ‘clics’ la alertaron de que algo andaba mal.

- Ahora eres mía.

Ethan le sonrió y ella miro hacia arriba, donde aún la tenía atrapada. Pero ahora sus muñecas también lucían unas esposas. La excitación le recorrió el cuerpo, y noto como su tanga se empapaba aún más.

- Suéltame. Ahora mismo.
- Lo siento, no voy a hacer eso. Voy a hacerte disfrutar.
- No me gusta ser forzada.

Ethan pasó dos dedos por su escote, haciéndola temblar más. Ethan le soltó los botones de la blusa y le gusto su mirada de apreciación. El conjunto que llevaba era parecido al que él le había querido regalar.

- No te estoy forzando y lo sabes. Se lo que deseas Becky. Y voy a llevarte al límite. Una y otra vez. Vas a dejarte llevar y vas a dejar que yo tome el control de tu placer.

Apretó las piernas con fuerza. Ethan era su fantasía hecha realidad. Un hombre dominante que la supiera volver loca de placer… Sabía que debía negarse y sin embargo…

- Necesitas una palabra de seguridad.
- ¿Qué te parece gilipollas?

Ethan rio a la vez que saco algo de la caja. Era una pluma. Le acaricio la pierna con ella, causándole escalofríos. Solo una vez, pensó. Se permitiría disfrutar de esta fantasía, solo esta vez.

- Becky…
- Segovia.

Por alguna razón esa era la palabra que usaba en sus fantasías, y le sería fácil recordarla. Ethan asintió.

- En cuanto pronuncies esa palabra, se acaba todo. Pero piénsalo bien antes de usarla, porque cuando la digas, dejo todo lo que esté haciendo y no se repetirá. Úsala solo cuando te sientas incomoda o amenazada ¿vale?

Becky asintió, lamiéndose los labios. Se arrepentiría mañana, pero ahora quería saber si Ethan sería capaz de hacer sus fantasías realidad y si era tan pervertido como ella.
Ethan la llevo hacia el sofá y la desvistió, lamiendo y mordisqueando su piel mientras lo hacía.

- Dios, eres preciosa.

Se sonrojo. Cuando él la miraba de esa manera, realmente se sentía así. Ethan le beso el cuello, volviéndola loca.

- Voy a follarte Becky. Voy a follarte de todas las maneras imaginables. Voy a hacer que te corras tantas veces que vas a perder la cuenta. Y después de eso, voy a repetirlo todo otra vez.
- Oh dios.

Sus crudas palabras le arrancaron un gemido y se movió inquieta. ¡Lo necesitaba dentro ya! Ethan saco algo de la caja, las bolas chinas, y se acercó a ella.

- Ethan…
- Una palabra tuya y se acaba… decídete.

Ni de coña iba a decir la palabra, estaba demasiado excitada para dejar que esto se detuviera.

Ethan suspiro aliviado. Si Rebeca lo hacía parar antes de que pudiera sentirla a su alrededor, se volvería loco. Se arrodillo delante de ella, besándole en el ombligo. Con cuidado le quito el tanga y la toco, asegurándose de que estaba preparada. Deseaba lamerla y hacer que se corriera en su boca, pero se contuvo, llenándola con las bolas chinas.

- Ahora voy a darte un masaje. Si aguantas el masaje entero sin correrte, después me aseguro de darte placer. Con mi lengua. ¿Qué me dices?

Rebeca gruño.

- Ethan, necesito correrme ahora, no después.
- Pero preciosa, si tenemos todo el día por delante… y muchos juguetes que probar.

Le dio un suave mordisco en un pezón.

- Además, acuérdate de que yo soy el que está al mando. Y quiero que cuando por fin te corras, sea en mi boca.

Rebeca gimió y se retorció impaciente.

- Pues venga empieza ya. ¿A qué esperas?

Ethan sonrió.

- Antes de empezar, ¿qué te parece si usamos otro juguetito más?

Cogió el lubricante y un consolador anal. No estaba seguro si esto le gustaría a Rebeca así que lo dejaría a su elección. La miro con una sonrisa traviesa.

- ¿Qué me dices? ¿Quieres volverte loca de placer?

1 comentario:

  1. oh! por favor!!!.... Esto se pone cada vez mejor y yo en un bar rodeada de gente leyendo.... Espero no hacer ningún tipo de mueca o la gente de alrededor va a creer que estoy loca, jeje

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