lunes, 16 de septiembre de 2013

Mucho mas que amigos - Capítulo 13

Sandra pasaba de él. Toda la semana había pasado de él, y le dolía. Hacia su trabajo, y hablaba con él lo mínimo. Cuando él la llamaba después del trabajo, o no le respondía o le respondía cortante. Estaba deseando ir a su casa esta noche. Ya era viernes, seguro que ya se le había pasado el cabreo. O por lo menos lo podrían hablar. Le mando el mensaje diciéndole que la recogería a las 8, y el mensaje que recibió como respuesta lo mato.
No te molestes. Tengo planes. Nos vemos el lunes en el trabajo.
¿Qué planes podría tener? Nunca habían cancelado sus citas de los viernes, ni cuando estaban enfermos, ni cuando tenían pareja. Nunca. Salió en su busca pero su hermano entro antes de que pudiera hacerlo.

- Hola hermanito.
- ¿Qué quieres Rafa? Tengo que buscar a Sandra.
- La he mandado a casa.
- ¿Qué? ¿Porque?
- Porque esta noche vamos a salir y se tiene que poner guapa.
- Muy gracioso.
- Lo digo en serio. Pero no te preocupes, solo va a ser algo físico. Sus palabras, no las mías.

Carlos jamás había tenido tantas ganas de darle un puñetazo a su hermano que en estos momentos. Sandra lo había dejado tirado por su hermano. No se lo podía creer… después de tantos años, y su amistad terminaba así. Por el capullo de su hermano.


Sandra estaba nerviosa por su cita con Rafa. Hoy saldrían juntos y si se fiaba de sus palabras igual terminaban juntos en la cama. Se sentía culpable por Carlos, pero él mismo se lo había buscado, así que intento no pensar en él.
Habían quedado a las 9 y eran y cuarto, ella ya estaba lista, y estaba esperando que Rafa la recogiera en cualquier momento. Sonrió al pensar en lo diferentes que eran los hermanos, uno siempre puntual, y el otro nunca. Lo esperaría un rato más antes de llamarle. Esperaba que no le hubiera pasado nada. A las 9 y media Sandra comenzó a desesperarse, ¿qué podía haber pasado? A las 10 no espero más y decidió llamar. Una mujer cogió el teléfono.

- ¿Diga?
- Si… ¿eh esta Rafael?
- Rafael cariño es para ti.
- Sí. ¿Quién es?

En el fondo se escuchaban los inconfundibles sonidos de besos y gemidos.

- Soy Sandra.
- ¿Que Sandra?
- La asistenta de tu hermano. La chica con la que habías quedado hoy.
- Ay, pues lo siento preciosa, es que me pillas ocupado. No voy a poder quedar. Nos vemos en la oficina vale. ¡Ciao preciosa!

Sandra se quedó con el teléfono pegado al oído después de que Rafa le hubiese colgado. Unos minutos después, se derrumbó.


Rafael colgó el teléfono satisfecho, y le dio un beso a la amiga que lo había ayudado.

- Gracias nena.


Sonrió. Ahora Sandra llamaría a su hermano, y por fin se juntarían. O eso esperaba. Siempre había sabido quien era Sandra y siempre había sabido que los dos estaban hechos el uno para el otro. Su hermano era demasiado prudente como para decirle a ella lo que sentía, y ella estaba demasiado ciega como para ver lo que tenía delante. Esta noche en los que debían haber quedado, ella lo llamaría rota de dolor, y su hermano como el caballero andante que era, correría a su lado para consolarla. Y mañana los dos, lo odiarían a él. Pero mientras su hermano fuera feliz con su chica, eso le daba igual. 

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