viernes, 11 de octubre de 2013

Mucho mas que amigos - Capítulo 26

Carlos escucho su voz desde su despacho y se estremeció.
Cerró los ojos con fuerza.
La necesitaba.
La echaba de menos.
Pero no se podía permitir el lujo de verla. Al menos por el momento. Joder, si estaba duro solo de oír su voz.
Y ella estaba enamorada de su hermano, no podía olvidarse de ello.
Apretó la mandíbula. No podía deja de repasar aquella noche con ella… los orgasmos que le había dado… y ese cajón lleno de juguetitos…
Se froto la cara con las manos. Tenía que dejar de pensar esas cosas porque se iba a volver loco. Apretó un botón en la mesa

- Laura, tráeme un Expresso por favor.

La verdad era que no se había esperado ese lado de Sandra, pero le gustaba, le gustaba mucho. Y si antes se creía enamorado, ahora, estaba perdido. Era la mujer perfecta para él, en todos los sentidos. Pero ella quería a su hermano, lo había usado porque se parecían físicamente, pero ella no lo quería a él. No de esa manera. Ella lo quería como amigo, y aunque eso lo podía respetar, dolía un huevo.
Por ello había obligado a Rafa a cambiar de secretaria. Para no tener que tratar con ella directamente.
Volvió la vista al ordenador, necesitaba ponerse al día después de una semana fuera. Sabía que poner a Sandra a trabajar al lado de Rafa solo haría que terminaran juntos en la cama pero…

- ¿Se puede saber por qué coño ya no soy tu secretaria?

*-*-*

Sandra estaba furiosa.
Rafa aún no había llegado así que se había sentado en la mesa antigua de Laura a esperarlo. Hizo como que empezaba a trabajar, disimulando, y aprovecho cuando Laura se levantó para ausentarse de su mesa.
Ahora estaba en la oficina de Carlos, que la miraba con indiferencia.

- Creí haberle dicho a Laura que no te dejara pasar.
- ¿Qué coño te pasa Carlos?
- Nada.
- ¿En serio vas a pasar de mí? ¿Vas a decirme que esa noche no significo nada para ti?
- No sé de qué me hablas.
- ¿Que no sabes…? ¡Pero serás imbécil!
- Se está tomando muchas libertades conmigo señorita. Debería recordar que soy su jefe. Y que aun esta de prueba en esta empresa.

Sandra bufo.

- Y que vas a hacer, ¿echarme?

Laura entro justo en ese momento con un café.

- ¡Sandra! ¡Te pedí que no entraras!
- Lo siento Laura pero necesito hablar con él.

El silencio se hizo incomodo hasta que Carlos asintió y Laura se marchó, dejando el café sobre la mesa y cerrando la puerta al salir, dándoles intimidad.
Carlos se quedó mirándola, sin decir nada y la intensidad de esa mirada le causo escalofríos.
Ella insistió.

- ¿Y bien?
- ¿Y bien, que, señorita?
- Uy Carlos… ¿Me vas a decir porque no me has respondido a las llamadas, porque te fuiste de mi casa después de hacerme el am… lo que me hiciste?
- Te vas a ganar unos azotes como sigas así.

Sandra arqueo una ceja. De jefe borde, a dominante sexy en menos de un minuto. Su tanga se había empapado de inmediato al oír esas palabras. Necesitaba cabrearlo más, Necesitaba hacerle perder el control.
Sacarle ese lado dominante que a ella le gustaba tanto.

- ¿Ah sí? ¿Y me dolerá? ¿O vas a hacer que me guste?

Carlos gruño pero no dijo nada.

- ¿Me vas a dejar el culo tan colorado como la última vez?


Sandra se mordió el labio y se inclinó hacia delante en su mesa, sonriendo triunfal al ver la vista de Carlos bajar a su escote.

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