Sus palabras la sorprendieron cada vez más, con cada
página que leía. Los sentimientos que el tenia por ella eran tan similares a la
lo que ella sentía por el que la sorprendió que hubiera que tenido que llegar a
esto para que sus sentimientos fueran conocidos. Deberían haber estado juntos ya,
hace muchísimo tiempo.
Jace lo había sabido. Lo había sabido desde hace un
año, lo que su hermano sentía por ella. Y él sabía lo que sentía ella, aunque jamás
se lo hubiera confesado.
Lo sabía y nunca se lo dijo. ¡Se suponía que era su
mejor amigo!
Ella quería llamarlo, preguntarle por qué nunca le
había dicho nada. Estaba segura de que si Damian hubiese sabido lo que ella sentía,
hubiera actuado diferente. No como si la odiara…
No podía llamar a Jace ahora, se preocuparía y pensaría
que algo andaba mal con Damian... Hablaría con él más tarde, hasta entonces,
tenía un poco más de lectura pendiente.
Ojeo las páginas del diario y se dio cuenta de que había
un salto en las fechas, y supuso que esas serían las páginas que Jace le había
comentado que faltaban. Aunque también podría ser que simplemente no había
tenido nada que escribir. Él nunca se había unido a las escapadas de fin de
semana que habían organizado. Cuando hacían alguna fiesta o salidas nocturnas había
estado tranquilo, retraído. No había hecho demasiados comentarios bordes, ahora
que recordaba. Y siempre había venido solo...
Jace había
traído a chicas en más de una ocasión, Y Kim y Steve también habían traído
citas, pero él nunca. ¿Había sido por ella? ¿De verdad no había estado con
nadie durante todo este tiempo?
Ella desde luego que no había estado con nadie, nunca
le interesaba nadie, ¿pero él? Sheena sabía que tenía decenas de mujeres que lo
deseaban, detrás de él... Rápidamente continuó su lectura, curiosa por saber si
en alguna página mencionaba a otras mujeres, ya que hasta ahora, sólo su nombre
era el que aparecía en todo el diario.
26 de diciembre 2011
Ya vuelve a ser Navidad. Ha pasado un año entero desde que conocí a la
mujer de mis sueños, la madre de mis hijos, el amor de mi vida... Esta noche hemos
hecho lo del Amigo Invisible. Había sacado inicialmente el nombre de Steve pero
Jace tenía a Sheena he conseguido cambiarlos. He comprado el regalo perfecto para
ella. Sé que había un límite de precio, pero cuando pase por el escaparate de
Tiffany’s y vi estas argollas de diamantes azules, supe que eran ideales para
ella. Les quedaran perfectos y resaltara el azul de sus ojos aún más. Obviamente,
los saqué de la caja de Tiffany y los puse en una pequeña bolsa de terciopelo azul.
Nadie me podrá decir que superé el límite acordado. A ella parece que le han gustado
de verdad, a pesar de saber que vinieron de mí. Hasta me dio las gracias. Me
encogí de hombros, como si no fuera nada, pero me encanto ver su sonrisa y ver
como se los ponía. Realmente le quedan tan bien como pensaba. También le he comprado
algo de Victoria’s Secret que se le
quedaría increíble, pero de alguna
manera no creo que eso lo agradecería viniendo de mí. Así que voy a estar
agradecido por esa hermosa sonrisa y este pequeño progreso y espero poder
conseguir un poco más de esto en el futuro.
Oh. Dios. Mío. ¿Diamantes? Él le había comprado
diamantes.
De Tiffany’s. Ella los tocó, asombrada.
Desde que se los hubo regalado, se los había puesto
todos los días, porque le habían encantado. Le daba exactamente igual que
hubieran tenido un límite de precio ' por debajo de 20' ya que eran perfectos,
además que se los había regalado él.
Sheena siempre había sido cuidadosa con sus cosas y como
a estos pendientes le tenía un especial cariño, ella los había tratado con mucho
cuidado. Siempre había pensado que Jace había ayudado a Damian elegir ese
regalo, y ahora sabía la verdad.
Increíble...
¿Y también le había comprado su ropa interior de
Victoria’s Secret?
¿Dónde estaba?
¿Se lo habría dado a otra persona al final?
Tenía tantas preguntas, a las que necesitaba
respuesta. Hasta ahora, había mencionado flores, que nunca había recibido. Le
había escrito cartas, que ella nunca había leído. Y le había comprado regalos
que ella nunca había recibido.
Damian necesitaba despertar de una maldita vez para
que ella pudiera preguntarle acerca de todas estas cosas y gritarle un poco por
ser tan tonto. Ella miró a la cama, parecía debilitado, no el hombre fuerte que
ella sabía que era, por lo que podía olvidarse de la parte de gritarle.
Pero seguía teniendo un millón de preguntas para
hacerle. ¿Cómo era posible que el la amara tanto y que ella nunca lo supiera?
¿Él todavía tenía todas esas cosas o las había
tirado? Las cartas no leídas, los regalos sin abrir... Probablemente debería preguntarle
a Jace, pero estaba demasiado enfadada para hablar con él. Quería leer un poco
más, pero el sueño se apoderó de ella.
Lo siguiente que supo, Jace estaba empujando
despierta.
- Sheena cariño.
- Damian… ¿Qué?
Ella se despertó sobresaltada, mirando a Damian para
asegurarse de que estaba bien. Había soñado con ese beso de nuevo y se sintió
un poco desorientada. Miró a Jace y recordó que él lo sabía, recordó que ella
estaba enfadada con él.
- Lo sabías.
Ella no podía dejar de mirarlo de manera acusadora.
- Lo sabías y no me lo dijiste.
- Sheena, ¿qué...?
- Podríamos haber estado juntos hace meses Jace. Sabías lo que el sentía por mí y nunca dijiste una palabra! Se supone que eres mi
mejor amigo! Esto nunca habría sucedido!
- ¿Me estás echando la culpa? ¿Qué se supone que
debía hacer? Él se ponía nervioso cada vez que se mencionaba tu nombre y tú
estabas tan jodidamente ciega que no podías ver que sus acciones estaban
causadas por sus sentimientos hacia ti. Si no hubieras huido como una cobarde, tal
vez no estaríamos aquí!
En ese momento Damian dejó escapar un gruñido que sorprendió
a ambos.
- ¿Damian?
Su labio se curvó en una mueca y su cuerpo estaba
temblando.
- Llama al médico Jace. Ahora.
En cuanto Jace salió de la habitación, Damian se
calmó y sus facciones se relajaron.
- Ya está mi vida, todo está bien. Solo estábamos
hablando.
El médico entró, seguido de Jace y ella explicó lo
que había sucedido.
- Así que ustedes dos estaban hablando y ¿él gruñó?
- Estábamos discutiendo, no sólo hablando. Y si,
soltó un gruñido, movió los labios y tembló un poco.
- De acuerdo. Bueno, sus signos vitales están bien,
pero yo recomiendo que no tengan ninguna discusión aquí. Después de todo, él es
un paciente que se está recuperando y si él los escucha, se podría ver afectado
por lo que digan. Al ver lo dependiente que es de usted señorita Stewart, no me
sorprendería si él reaccionó de esa manera para de alguna manera, defenderla.
Por favor llámenme si ocurre de nuevo. Buenas noches.
El doctor Michaels los dejó solos pero ninguno de
los dos habló durante un rato.
- Lo siento Sheena. Debería haber dicho algo, pero
yo quería que ustedes os dierais cuenta solos. He cometido un error, lo sé.
Sheena no podía decir nada, estaba demasiado enfadada
y dolida para pensar en esto ahora mismo. Y la reacción de Damian incluso
mientras estaba en estado de coma...
- Yo... ehm Te dejaré sola ahora. Volveré por la
mañana.
- Está bien. Adiós Jace.
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