domingo, 9 de febrero de 2014

Confesiones de un admirador secreto - Capítulo 12

Jace entró con el médico,  que confirmó después de unas pruebas que la presencia de Sheena era realmente buena para Damian. Se le permitió quedarse con él todo el tiempo, siempre y cuando ella lo tocara, lo que parecía ser la clave de la mejoría de Damián.
Como era la hora del almuerzo, Jace decidió dejarlos.
- Si necesitas algo...
- Estoy bien Jace. Vete. Come algo. Te veré después.
Jace asintió, le dio un beso en la cabeza y la dejó para que pudiera leer un poco más.

01 de enero 2011

La volví a ver. Mi hermosa Sheena. Y de nuevo me he comportado como un maldito idiota. ¡Esto nunca me ha sucedido antes! ¿Por qué ahora, por qué con ella? Me pongo nervioso, no sé qué decir, soy grosero, sin querer serlo... Anoche prácticamente la llamé puta. ¡No puedo creerlo! Quería decirle lo hermosa que estaba y en cambio le hice un comentario sobre lo corto que era su vestido y Dios sabe qué otras cosas estúpidas. Ella parecía muy ofendida y en vez de disculparme, lo hice peor. ¿Qué diablos me pasa? A la medianoche, ella besó  a todos en la mejilla - a todos menos a mí. Dio más vueltas que un pato mareado solo para no tener que acercarse a mí. Soy un idiota. Jace sólo me miró como si yo fuera estúpido. Lo cual es muy probable. He sufrido daño cerebral o algo así, sin enterarme.
Nunca he tenido un problema con las mujeres. Siempre he podido conseguir a quien fuera, cuando fuera. Siempre he sabido exactamente qué decir y cuándo decirlo. ¿Con esta chica? ¡No puedo hacer o decir nada bien! Nunca voy a conquistarla si sigo así. ¡Lo peor es que ni siquiera sé si voy a verla de nuevo!
¿Qué demonios se supone que debo hacer ahora?

¿Mi Sheena?
¿La había considerado suya, tan pronto?
¿Había pensado que ella era una preciosidad?
Esa noche, esperando que no hubiera bebido, ella se le había acercado. Había querido olvidarse de la fiesta de Navidad y empezar de nuevo.

- Hola Damian.
- Anda mira, si aquí tenemos a Sheena en uno de sus pequeños conjuntos de trabajo.
- ¿Estás borracho o algo así?
- No, este soy yo, nena. Completamente sobrio.
- Tal vez deberías emborracharte entonces, ya que podría mejorar un poco tu personalidad.
- Ah no, encanto, no importa lo mucho que beba, en mis ojos aun parecerías una cualquiera.
Ella había querido darle una bofetada con todas sus ganas esa noche.
- ¿Estás loco?
Jace había interferido y la había alejado de Damian. Se había sentido tan herida, que sólo quería ir a casa y sentir lastima por sí misma. Jace no la había dejado. Él se había disculpado por el comportamiento de su hermano y pasó el resto de la noche pegado a ella.
Ella suspiró.
- Oh Damian... ¿qué diablos pasó ¿eh ? Si tanto te gustaba, por qué te comportabas así… Realmente tenemos que hablar de esto ¿sabes? ¡Así que despierta ya!
Ella le apretó suavemente la mano, tratando de no hacerle daño. Tal vez si ella lo tocaba lo suficiente, él finalmente despertaría. Hasta entonces, se mantendría ocupada. Aun le quedaba bastante lectura.

14 de febrero 2011
No la he visto en más de un mes... seis semanas para ser más exacto. Y todavía no puedo sacarla de mi cabeza. Su hermosa sonrisa me persigue en sueños y me despierto tan duro que no puedo ni pensar. No me he acostado con nadie desde hace meses. No puedo, si lo único en lo que puedo pensar, lo único que deseo, es estar con ella.
Las gemelas van a celebrar una fiesta de San Valentín esta noche. Me han invitado a pesar de que no voy a traer una pareja. Podría llevar a alguien, pero ninguna de las mujeres que conozco, me interesan ya.
Jace por supuesto que va. El muy hijodeputa. ¿Y con quién? Realmente estoy empezando a pensar que hay algo más entre ellos, pero él lo sigue negando. Creo que está empezando a sospechar lo que yo siento por esta chica. Pero, por supuesto, él se confunde cuando ve cómo hablo con ella y como me comporto cuando ella está cerca. Realmente tengo que dejar de hacer el tonto y ponerme las pilas...

Acabo de regresar de la fiesta y metí la pata, otra vez. Ni siquiera quiero escribir sobre ello. Derramé vino rojo sobre su vestido blanco. Y me largue enfurecido sin tan siquiera disculparme. ¡Probablemente piensa que lo hice a propósito! No dejo de hacer empeorar las cosas para mí mismo.

*-*-*-*-*

- Realmente tenemos que hablar de esto ¿sabes? ¡Así que despierta ya!
Damian oyó la voz más dulce. ¡Ella todavía estaba aquí! No estaba seguro de con quién estaba hablando o de lo que estaba hablando, pero ella estaba allí, y eso era lo único que importaba.
No oyó nada más después de ese arrebato, pero sintió como le apretó la mano. Le dolió como el infierno, pero sabía que ella estaba tratando de ser cuidadosa y después de todo, ella lo estaba tocando, por lo que no le importaba demasiado el dolor. Quería despertar, abrazarla y dar gracias a Dios de que estaba bien, antes de decirle lo que sentía, pero se sentía tan débil.
No podía obligarse a abrir los ojos, por lo que tuvo que contentarse simplemente imaginando sus grandes ojos azules, su sonrisa radiante... y ser feliz de que lo estuviera tocando. Se sentía tan tranquilo, con ella a su lado y sintiendo su tacto.
- Oh Damian.... aún tengo ese vestido blanco ¿sabes? Incluida la mancha.
¿Estaba hablando con él?
¿Qué vestido blanco?
¿De qué estaba hablando?
¿Qué mancha? Su mente se esforzó causándole un dolor de cabeza inmenso, mientras trataba de pensar.
¡Ella estaba hablando de la fiesta del día de San Valentín! En la que había derramado el vino tinto sobre ella. ¿Por qué demonios estaba hablando de eso?

Trato de hacer que su cuerpo despertara. A pesar del dolor, a pesar de su debilidad, y a pesar de la confusión que nublaba su mente. Pero su cuerpo no estaba cooperando. Estupefacto, Damian se dio cuenta que no podía despertar a voluntad, no podía moverse ni hacer nada. Estaba atrapado dentro de su propio cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario