Jace entró con el médico, que confirmó después de unas pruebas que la
presencia de Sheena era realmente buena para Damian. Se le permitió quedarse
con él todo el tiempo, siempre y cuando ella lo tocara, lo que parecía ser la
clave de la mejoría de Damián.
Como era la hora del almuerzo, Jace decidió
dejarlos.
- Si necesitas algo...
- Estoy bien Jace. Vete. Come algo. Te veré después.
Jace asintió, le dio un beso en la cabeza y la dejó
para que pudiera leer un poco más.
01 de enero 2011
La volví a ver. Mi hermosa Sheena. Y de nuevo me he comportado como un
maldito idiota. ¡Esto nunca me ha sucedido antes! ¿Por qué ahora, por qué con
ella? Me pongo nervioso, no sé qué decir, soy grosero, sin querer serlo...
Anoche prácticamente la llamé puta. ¡No puedo creerlo! Quería decirle lo
hermosa que estaba y en cambio le hice un comentario sobre lo corto que era su
vestido y Dios sabe qué otras cosas estúpidas. Ella parecía muy ofendida y en
vez de disculparme, lo hice peor. ¿Qué diablos me pasa? A la medianoche, ella
besó a todos en la mejilla - a todos
menos a mí. Dio más vueltas que un pato mareado solo para no tener que
acercarse a mí. Soy un idiota. Jace sólo me miró como si yo fuera estúpido. Lo
cual es muy probable. He sufrido daño cerebral o algo así, sin enterarme.
Nunca he tenido un problema con las mujeres. Siempre he podido
conseguir a quien fuera, cuando fuera. Siempre he sabido exactamente qué decir
y cuándo decirlo. ¿Con esta chica? ¡No puedo hacer o decir nada bien! Nunca voy
a conquistarla si sigo así. ¡Lo peor es que ni siquiera sé si voy a verla de
nuevo!
¿Qué demonios se supone que debo hacer ahora?
¿Mi Sheena?
¿La había considerado suya, tan pronto?
¿Había pensado que ella era una preciosidad?
Esa noche, esperando que no hubiera bebido, ella se
le había acercado. Había querido olvidarse de la fiesta de Navidad y empezar de
nuevo.
- Hola Damian.
- Anda mira, si aquí tenemos a Sheena en uno de sus
pequeños conjuntos de trabajo.
- ¿Estás borracho o algo así?
- No, este soy yo, nena. Completamente sobrio.
- Tal vez deberías emborracharte entonces, ya que
podría mejorar un poco tu personalidad.
- Ah no, encanto, no importa lo mucho que beba, en
mis ojos aun parecerías una cualquiera.
Ella había querido darle una bofetada con todas sus
ganas esa noche.
- ¿Estás loco?
Jace había interferido y la había alejado de Damian.
Se había sentido tan herida, que sólo quería ir a casa y sentir lastima por sí
misma. Jace no la había dejado. Él se había disculpado por el comportamiento de
su hermano y pasó el resto de la noche pegado a ella.
Ella suspiró.
- Oh Damian... ¿qué diablos pasó ¿eh ? Si tanto te
gustaba, por qué te comportabas así… Realmente tenemos que hablar de esto
¿sabes? ¡Así que despierta ya!
Ella le apretó suavemente la mano, tratando de no
hacerle daño. Tal vez si ella lo tocaba lo suficiente, él finalmente despertaría.
Hasta entonces, se mantendría ocupada. Aun le quedaba bastante lectura.
14 de febrero 2011
No la he visto en más de un mes... seis semanas para
ser más exacto. Y todavía no puedo sacarla de mi cabeza. Su hermosa sonrisa me
persigue en sueños y me despierto tan duro que no puedo ni pensar. No me he
acostado con nadie desde hace meses. No puedo, si lo único en lo que puedo
pensar, lo único que deseo, es estar con ella.
Las gemelas van a celebrar una fiesta de San
Valentín esta noche. Me han invitado a pesar de que no voy a traer una pareja.
Podría llevar a alguien, pero ninguna de las mujeres que conozco, me interesan
ya.
Jace por supuesto que va. El muy hijodeputa. ¿Y con
quién? Realmente estoy empezando a pensar que hay algo más entre ellos, pero él
lo sigue negando. Creo que está empezando a sospechar lo que yo siento por esta
chica. Pero, por supuesto, él se confunde cuando ve cómo hablo con ella y como
me comporto cuando ella está cerca. Realmente tengo que dejar de hacer el tonto
y ponerme las pilas...
Acabo de regresar de la fiesta y metí la pata, otra
vez. Ni siquiera quiero escribir sobre ello. Derramé vino rojo sobre su vestido
blanco. Y me largue enfurecido sin tan siquiera disculparme. ¡Probablemente
piensa que lo hice a propósito! No dejo de hacer empeorar las cosas para mí
mismo.
*-*-*-*-*
- Realmente tenemos que hablar de esto ¿sabes? ¡Así
que despierta ya!
Damian oyó la voz más dulce. ¡Ella todavía estaba
aquí! No estaba seguro de con quién estaba hablando o de lo que estaba
hablando, pero ella estaba allí, y eso era lo único que importaba.
No oyó nada más después de ese arrebato, pero sintió
como le apretó la mano. Le dolió como el infierno, pero sabía que ella estaba
tratando de ser cuidadosa y después de todo, ella lo estaba tocando, por lo que
no le importaba demasiado el dolor. Quería despertar, abrazarla y dar gracias a
Dios de que estaba bien, antes de decirle lo que sentía, pero se sentía tan
débil.
No podía obligarse a abrir los ojos, por lo que tuvo
que contentarse simplemente imaginando sus grandes ojos azules, su sonrisa
radiante... y ser feliz de que lo estuviera tocando. Se sentía tan tranquilo,
con ella a su lado y sintiendo su tacto.
- Oh Damian.... aún tengo ese vestido blanco ¿sabes?
Incluida la mancha.
¿Estaba hablando con él?
¿Qué vestido blanco?
¿De qué estaba hablando?
¿Qué mancha? Su mente se esforzó causándole un dolor
de cabeza inmenso, mientras trataba de pensar.
¡Ella estaba hablando de la fiesta del día de San
Valentín! En la que había derramado el vino tinto sobre ella. ¿Por qué demonios
estaba hablando de eso?
Trato de hacer que su cuerpo despertara. A pesar del
dolor, a pesar de su debilidad, y a pesar de la confusión que nublaba su mente.
Pero su cuerpo no estaba cooperando. Estupefacto, Damian se dio cuenta que no
podía despertar a voluntad, no podía moverse ni hacer nada. Estaba atrapado
dentro de su propio cuerpo.
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